domingo, 8 de noviembre de 2015
El flagrante hastío
El hastío me arrebata. Y me prgunto, donde estará el punto de inflexión donde ha aparecido tanto aburrimiento en mi vida? Quisiera que todo pase, y a la vez lo que sucede es que no pasa nada, y las cosas que pasan, no me conmueven. Nunca imaginé tal estado en mi vida.
martes, 15 de septiembre de 2015
Silencio ( Clarice Lispector )
Silencio
Por Clarice Lispector
Es tan vasto el silencio de la noche en la montaña. Y tan despoblado.
En vano uno intenta trabajar para no oírlo, pensar rápidamente para
disimularlo. O inventar un programa, frágil punto que mal nos une al súbitamente
improbable día de mañana. Cómo superar esa paz que nos acecha. Silencio tan
grande que la desesperación tiene vergüenza. Montañas tan altas que la
desesperación tiene vergüenza. Los oídos se afilan, la cabeza se inclina, el
cuerpo todo escucha: ningún rumor. Ningún gallo. Cómo estar al alcance de esa
profunda meditación del silencio. De ese silencio sin memoria de palabras. Si
es muerte, cómo alcanzarla.
Es un silencio que no duerme: es insomne; inmóvil, pero insomne; y sin fantasmas. Es terrible: sin ningún fantasma. Inútil querer probarlo con la posibilidad de una puerta que se abra crujiendo, de una cortina que se abra y diga algo. Está vacío y sin promesas. Si por lo menos se escuchara al viento. El viento es ira, la ira es vida. O nieve. La nieve es muda pero deja rastro, lo emblanquece todo, los niños ríen, los pasos resuenan y dejan huella. Hay una continuidad que es la vida. Pero este silencio no deja señales. No se puede hablar del silencio como se habla de la nieve. No se puede decir a nadie como se diría de la nieve: ¿oíste el silencio de esta noche? El que lo escuchó, no lo dice. La noche desciende con las pequeñas alegrías de quien enciende lámparas, con el cansancio que tanto justifica el día. Los niños de Berna se duermen, se cierran las últimas puertas. Las calles brillan en las piedras del suelo y brillan ya vacías. Y al final se apagan las luces más distantes. Pero este primer silencio todavía no es el silencio. Que espere, pues las hojas de los árboles todavía se acomodarán mejor, algún paso tardío tal vez se oiga con esperanza por las escaleras. Pero hay un momento en que del cuerpo descansado se eleva el espíritu atento, y de la tierra, la luna alta. Entonces él, el silencio, aparece. El corazón late al reconocerlo. Se puede pensar rápidamente en el día que pasó. O en los amigos que pasaron y para siempre se perdieron. Pero es inútil huir: el silencio está ahí. Aun el sufrimiento peor, el de la amistad perdida, es sólo fuga. Pues si al principio el silencio parece aguardar una respuesta -cómo ardemos por ser llamados a responder-, pronto se descubre que de ti nada exige, quizás tan sólo tu silencio. Cuántas horas se pierden en la oscuridad suponiendo que el silencio te juzga, como esperamos en vano ser juzgados por Dios. Surgen las justificaciones, trágicas justificaciones forzadas, humildes disculpas hasta la indignidad. Tan suave es para el ser humano mostrar al fin su indignidad y ser perdonado con la justificación de que es un ser humano humillado de nacimiento. Hasta que se descubre que él ni siquiera quiere su indignidad. Él es el silencio. Puede intentar engañársele, también. Se deja caer como por casualidad el libro de cabecera en el suelo. Pero, horror, el libro cae dentro del silencio y se pierde en la muda y quieta vorágine de éste. ¿Y si un pájaro enloquecido cantara? Esperanza inútil. El canto apenas atravesaría como una leve flauta el silencio. Entonces, si se tiene valor, no se lucha más. Se entra en él, se va con él, nosotros los únicos fantasmas de una noche en Berna. Que entre. Que no espere el resto de la oscuridad delante de él, sólo él mismo. Será como si estuviéramos en un navío tan descomunalmente grande que ignoráramos estar en un navío. Y éste navegara tan largamente que ignoráramos que nos estamos moviendo. Más de eso, nadie puede. Vivir en la orla de la muerte y de las estrellas es una vibración más tensa de lo que las venas pueden soportar. No hay, siquiera, un hijo de astro y de mujer como intermediario piadoso. El corazón tiene que presentarse frente a la nada sólito y sólito latir alto en las tinieblas. Sólo se escucha en los oídos el propio corazón. Cuando éste se presenta completamente desnudo, no es comunicación, es sumisión. Además, nosotros no fuimos hechos sino para el pequeño silencio. Si no se tiene valor, que no se entre. Que se espere el resto de la oscuridad frente al silencio, sólo los pies mojados por la espuma de algo que se expande dentro de nosotros. Que se espere. Un insoluble por otro. Uno al lado del otro, dos cosas que no se ven en la oscuridad. Que se espere. No el fin del silencio, sino la ayuda bendita de un tercer elemento, la luz de la aurora. Después, nunca más se olvida. Es inútil intentar huir a otra ciudad. Porque cuando menos se lo espera, se puede reconocerlo de repente. Al atravesar la calle en medio de las bocinas de los autos. Entre una carcajada fantasmagórica y otra. Después de una palabra dicha. A veces, en el mismo corazón de la palabra. Los oídos se asombran, la mirada se desvanece: helo ahí. Y desde entonces, él es fantasma. |
domingo, 23 de agosto de 2015
Vendaval y resurrección.
De repente, como un vendaval en medio de la nada, los pensamientos irrumpían con delicado filo en la pantalla frontal interna de Magnolia. Era una frecuente secuencia de reacciones en cadena que tenían como protagonistas a personas que, de manera silente, la habían afectado en los últimos cinco años. Por otro lado, la mejor profesora de música de la ciudad provinciana donde vivió su niñez, aquella dulce señorita que le enseñaba piano por aquellos lares y en aquel entonces, se casaba y se mudaba al sur del país, con su flamante esposo. Entonces Magnolia dejó de tocar el piano para siempre, añorando las superlativas clases de antaño. Esa pasión por el teclado quedó apresada en unas falanges largas y esbeltas. El tiempo pasó. Casi cuarenta años. Y por algún campo magnético ectópico en un mundo donde los electrones van y vienen con el avance de la tecnología a pasos agigantados, la pasión por el teclado resurgió en Magnolia. Pero no con el piano, sino con el invento que cambió la vida de la humanidad : el teclado de un ordenador conectado a internet. Y cuando el campo de electrones cambiaba de vector, Magnolia se despachaba con palabras violentas y enojadas contra alguien que le hinchara los gobelinos imaginarios. Pero las consecuencias negativas de su vigor sobre ese teclado, no tenían sentido alguno. Entonces, después de reflexiones, terapeutas, traspaso de olas gigantes, oraciones a los santos, y por decisión propia, echó a todos esos nefastos personajes del lóbulo frontal, y sin desdeñarlos, los quitó de su círculo de contactos. Magnolia se liberó. Ya no teme a nada. Ya no se atormenta por miradas o palabras necias de ese sórdido ambiente al que solo acude por obligación y sustento. Magnolia salió de las estructuras. Quiere parecerse a la Maga de Julio, quiere vivir como si cada segundo fuera el último día, plenamente desprendida de los abominables golpes de la tediosa rutina. Amén.
sábado, 22 de agosto de 2015
viernes, 14 de agosto de 2015
Compraventa insensata.
“Cante Cristo el Redentor, gima Judas el vendedor y ruborícese el judío, el comprador. Judas efectuó una venta y el judío una compra. Hicieron un mal negocio, ambos sufrieron pérdidas y se perdieron a sí mismos, tanto el vendedor como el comprador. Quisieron comprar, ¡cuánto mejor les hubiera sido ser rescatados! Judas vendió, el judío compró. ¡Desdichado contrato! Ni el primero tiene el precio, ni el segundo a Cristo. A uno le digo: « ¿Dónde está lo que recibiste?», y al otro: « ¿Dónde está lo que compraste?» A aquél le digo: «Tu venta fue un defraudarte a ti mismo» ¡Salta de gozo, cristiano, tú saliste vencedor del contrato entre tus enemigos! Tú adquiriste lo que uno vendió y el otro compró.”
(San Agustín - Del Sermón 336, 4)
Siempre existe un traidor vendedor, un interesado comprador, y quien queda como objeto de compraventa, se beneficia, libre a corto plazo, a diferencia de los dos primeros, que se gratifican en lo erróneo y sórdido.
domingo, 9 de agosto de 2015
Relationship
https://interlitq.wordpress.com/2015/08/09/la-comparacion-entre-pederastia-y-violacion-de-los-limites-en-la-relacion-entre-terapeuta-y-paciente-no-es-exagerada/
Se copia el enlace en el buscador y aparece la Nota Publicada.
sábado, 8 de agosto de 2015
Fragmento de Rayuela ( Capítulo 1)
¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asormarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el petril de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo del dentífrico. (.....) ( de Rayuela , Julio Cortázar ).
Romper cadenas intra-psíquicas.
Sentado en su poltrona desgastada, y cubierta con una alfombrilla de lujo que le habrían regalado, en un recinto colmado de libros, y algunos objetos antiguos, místicos, artesanales, atendía Robinson a sus pacientes. Los recuerdos de esas sesiones eran, para Justina, similares a la lectura de Divina Comedia. Todo estaba medio sucio y amontonado, pero el conjunto daba a la vista una sensación de calidez. A años de tratarse con este miembro de la APA, Justina no progresaba, más bien involucionaba. Que gran sujeto despreciable había resultado. A cuantas pacientes mujeres les habría sonado la vida con su seducción, machismo, falsedad y desprecio, disfrazándose de gran psicoanalista. Pero Justina pudo protegerse, porque cada vez que él le preguntaba si la podía abrazar, ella sentía que algo andaba mal y lo rechazaba. Justina pudo salvar su dignidad , a diferencia de otras víctimas que han caído en sus garras. Se sintió liberada, aquel día en que ella se atrevió a decir que la transferencia había terminado , y luego de un portazo clase novela mejicana, expresó: - que alivio, me siento curada.
viernes, 7 de agosto de 2015
El amante de la China del Norte - Marguerite Duras
Una casa en medio de un patio de escuela. Está completamente abierta. Parece una
fiesta. Se oyen valses de Strauss y de Franz Lehar, y también Ramona y Noches de
China que salen por ventanas y puertas. El agua chorrea por todas partes, dentro, fuera.
Lavan la casa a raudales. La bañan así dos o tres veces al año. Boys amigos y niños de la
vecindad han ido a mirar. Ayudan con grandes chorros, lavan, el embaldosado, las
paredes, las mesas. Mientras lavan, bailan con música europea. Ríen. Cantan.
Es una fiesta viva, feliz.
Es la madre, una señora francesa, quien toca al piano la música en una habitación
contigua.
Entre los que bailan hay un joven, francés, guapo, que baila con una chica muy joven,
francesa también. Se parecen.
Ella es la que no tiene nombre en el primer libro ni en el que lo había precedido ni en
éste.
El es Paulo, el hermano pequeño adorado por su joven hermana, la misma a la que no se
nombra.
Otro joven llega a la fiesta: es Pierre. El hermano mayor.
Se sitúa a unos metros de la fiesta y la mira.
Largo tiempo la mira.
Y luego lo hace: aparta a los pequeños boys que huyen asustados. Avanza. Alcanza la
pareja del hermano pequeño y la hermana.
Y luego lo hace: coge al hermano pequeño por los hombros, lo empuja hasta la ventana
abierta del entresuelo. Y, como si le obligara a ello un deber cruel, lo tira afuera como lo
haría con un perro.
El hermano pequeño se levanta y sale huyendo, grita sin palabra alguna.
La joven hermana le sigue: salta por la ventana y le da alcance. El se ha tumbado junto
al seto del patio, llora, tiembla, dice que prefiere morir a eso... eso ¿qué?... Ya no lo
sabe, lo ha olvidado ya, no dijo que era el hermano mayor.
La madre está otra vez al piano. Pero los niños de la vecindad no habían vuelto. Y los
boys habían dejado a su vez la casa abandonada por los niños.
Ha llegado la noche. Es el mismo decorado.
La madre sigue allí donde hubo la «fiesta» de la tarde.
El lugar está otra vez en orden. Los muebles están en su sitio.
La madre no espera nada. Está en el centro de su reino: esa familia, apenas entrevista.
La madre ya no impide nada. Ya no impedirá nada.
Dejará que se haga lo que deba ocurrir.
Y ello a lo largo de la historia que aquí se cuenta.
Es una madre desalentada.
Es el hermano mayor quien mira a la madre. Le sonríe. La madre no le ve.
..................................
martes, 4 de agosto de 2015
El Botellón Fariseo.
Nada me haría más feliz que dejar de verlos por un tiempo, pensaba Filomena al salir raudamente del ágape celebrado el martes en el salón. No encontraba sentido alguno a esas reuniones con postín de festejo, cuando el clima de tensión embriagaba todo el ambiente. Y el punto cólumne se soltó cuando un comensal expresó :- no existe buen banquete si no se estrunfa un botella-, apoyando en la mesa una champaña especial. Filomena, en paz con ella misma, aguardó unos instantes, y recordando el tormento y los bretes desgraciados que el alcohol había producido en su vida, deseó felicidades al agasajado, saludó a todos cordialmente con la mano y una sonrisa, y raudamente, partió Alivio y Libertad, que no la inviten más. Ojalá.
domingo, 2 de agosto de 2015
Decisión errada.
María de las Soledades cayó en la trampa de un terapeuta seductor. Ella , de carácter apocado, tímida, de postura acurrucada y encorvada, alta , esbelta , pero bastante fea de cara, confió en la transferencia que tenían en el espacio del consultorio. Se obnubiló de tal modo , de manera progresiva y quedando cada vez mas alejada de la realidad, que finalmente presentó su renuncia en el Banco Planetario , acción que la llevó a recibir una buena suma, como su terapeuta le había aconsejado. En varias oportunidades, ella había referido cierto malestar en ese ambiente laboral , sumamente capitalista y salvaje. Su vulnerabilidad la había llevado, en varias oportunidades, a vicios de los que le costaba deshacerse. Pero su terapeuta , inescrupuloso y manipulador ,aprovechando el don de buena gente de María, y de la hipnosis que había generado en ella con su pérfida seducción, comenzó a tentarla con negocios prometedores y un amorío que acentuaría la confianza en ella misma para llevar a cabo las atrocidades financieras que vinieron luego.........................María quedó sin nada. Sin un peso. El terapeuta la convenció para realizar una derivación , argumentando que así tendrían una mejor relación. Ella cayó nuevamente en los vicios, sola, sin familia, sin terapeuta, sin dinero y sin trabajo , a una edad en la que todo se complica más, en especial en las personalidades débiles................... Como puede una mujer talentosa caer en la desidia por arrastrarse ante un terapeuta que en vez de en el consultorio, debería estar en la cárcel. Dios se apiade de María de las Soledades.
Quitarse Pesos.
Se trata de andar con cierta levedad , porque todo aquello que guardamos por las dudas , y no usamos , resulta tedioso , paralizante y no nos deja ver cosas nuevas. Estorba. Entorpece la fluidez de las cosas nuevas.
Conversando con mi amiga Patricia , entre mates y magdalenas , entendí cuán importante es dar movimiento a lo estático , sacarse de encima todo aquello que no nos sirve , dar curso en una bolsa , en varias bolsas , a lo que hace años que no usamos y tenemos amontonado.A andar livianos por la vida, con poco equipaje, dado que el ochenta por ciento de lo que guardamos por las dudas, no es utilizado, más se convierte en algo molesto. Estorba. Entorpece el paso. Tengo un estilo conservador que no admite la renovación constante de elementos. Cuido tanto las cosas materiales, que infrinjo en ellas una larga vida útil. Pero algunos elementos pueden ser clasificados como cachivaches innecesarios. A esos quiero dar curso.A ver si comienzo esta tarde. Voy a buscar la bolsa y los lentes. Voy a encender la lámpara, y voy a tirar lo que no me sirve. Debo animarme de una vez. Envases que estuvieron por años acumulados y que no necesité.
( Este texto es una prueba. Continuará.)
Atte , Mónica C.
Desolada.
Poema de Delfina Acosta , dedicado a Gabriela Mistral.
A Gabriela Mistral
Antes de echar mi cuerpo al ebrio río,
muy ebria ya, entré por las abiertas
puertas del templo; oí a una rata huir.
El atrio era una vieja madriguera.
Y le dije a mi Dios, en cualquier parte,
que pecar, no pequé, y ni siquiera...
Un relámpago atroz iluminó
las pocas velas y tronó la iglesia.
No supe qué decir, mas las palabras
fluían de mis lágrimas, sinceras.
Los santos parecían escucharme
con esa educación de gente vieja.
Y por si ahí estaba, a Dios le dije,
que amar, amé. Mis huesos di a las fieras.
Jesucristo en la cruz olía a herrumbre.
El río me aguardaba entre las piedras.
Antes de echar mi cuerpo al ebrio río,
muy ebria ya, entré por las abiertas
puertas del templo; oí a una rata huir.
El atrio era una vieja madriguera.
Y le dije a mi Dios, en cualquier parte,
que pecar, no pequé, y ni siquiera...
Un relámpago atroz iluminó
las pocas velas y tronó la iglesia.
No supe qué decir, mas las palabras
fluían de mis lágrimas, sinceras.
Los santos parecían escucharme
con esa educación de gente vieja.
Y por si ahí estaba, a Dios le dije,
que amar, amé. Mis huesos di a las fieras.
Jesucristo en la cruz olía a herrumbre.
El río me aguardaba entre las piedras.
00:02:45 . 23 Jul 2015
Inmensidad.
Mar, siempre mar, Por Mónica C.
Aquel brazo del Río Durazno que , torciendo hacia el sur entre dos promontorios, toma casi de repente curso y forma de hilo de agua, estrechandose entre un banco de arena, al pasar por debajo del puente que une la ciudad con las afueras, desemboca por un tubo largo a 300 metros de la costa de Miramar. La playa arenosa, en declive hacia el la masa de agua, como obra de ese escultor incansable que cada día la moldea con formas variadas, se deja ser surcada por el caminante solitario que busca respuestas en ese sendero infinito y silente , silente porque el susodicho camina abstraído de todo cuanto sucede alrededor , dejando de tanto en tanto acariciar sus pies por la espuma de las olas que han podido romper metros adentro. Entonces decide girar noventa grados para continuar su camino. Ama la fuerza del mar, su lealtad , sus movimientos pre-anunciados y sutiles , aunque en ocasiones , solo en pocas ocasiones , violentos. Y camina y camina, buscando las respuestas a preguntas que ya no existen, más inmerso en la inmensidad , donde no se necesitan respuestas, donde todo es bello, azul y eterno.
Mónica C.
Julio de 2015.
01:00:55 . 23 Jul 2015
Perpetuación de las Letras
Por Mónica CIRULLI
Como escribiente, en todo momento me he preguntado si mis escritos, llegarían finalmente a un lector curioso que los viera entre escombros, luego de una debacle inesperada, o de la inevitable intervención del tiempo, cuya máquina constante no se puede refrenar, y menos aún parar. Me he planteado si tanta pasión, que ha batido tinteros a derramar, y formar palabras que forman fragmentos, que se acomodan en el papel para un escrito moldear, merecería tener tan trágico y devastador final. Pasión. Esa que agita los dedos del escribiente, quien se apresura para llegar a las teclas de un ordenador y allí su idea plasmar. Ampliarla. Mejorarla. Y descubrir en la pantalla al mirar, que su idea es ya un escrito, pequeño o grande, pero real. Antes de la hecatombe , y que la máquina del tiempo dé su sentencia final, se me ha ocurrido llevarlos al cielo, a la eternidad, vertiéndolos con ahínco en una nube. Esa nube de electrones que vienen y que van, dentro de un cable donde se encuentra la sofisticada fibra que todo transmite, en la cuenca oceánica, a magna velocidad. De antiguo en botellas, y ahora en cristal. Quién pudiera haber dicho hace años que un cable, apoyado en el fondo del mar, llevaría mis escritos desde su cuna, en un mueble de roble, hasta la eternidad. Buscando camino, surcando un lugar, entre electrones que vienen y que van.
Mónica Cirulli, Ciudad de Buenos Aires, 24 de Julio de 2015.
Código de registro: 1507264726398
Safe Creative®
Fecha de registro : 26-jul-2015 18:00 UTC
Fecha de registro : 26-jul-2015 18:00 UTC
De la Tinta al Carbón.
Ningún escrito de la raza humana, por nimio que pueda parecer, debería perderse en el
olvido.
Me animo a escribir relatos de profundo contenido y lectura breve, que apenas superan la barrera del apunte. Por eso los llamo escritos. Tratando de pulir hasta el último detalle para transmitir al lector lo que pasa por una mente con resonancias constantes, y conclusiones que bordean un final de relato abierto, quizás, para librar a la imaginación hacia lugares convenientes, deseados o ficticios , vaya uno a saber. Es lo que sale de esa mente que quiere apretar infinidad de teclas para plasmarse en un fragmento de la nube de electrones. Otras civilizaciones los encontrarán, y podrán ponerlos en un tabique de símbolos rupestres de un pasado lejano. O, si la tecnología continúa avanzando para que la nube no se esfume con los huracanes del tiempo, podrán interpretarlos y leerlos al fin. Ningún escrito de la raza humana, por nimio que pueda parecer, debería perderse entre los escombros de la debacle, y yacer en el olvido transformándose en metal precioso, que si no ha sido leído, equivaldrá a carbón , en su estado más precario.
olvido.
Me animo a escribir relatos de profundo contenido y lectura breve, que apenas superan la barrera del apunte. Por eso los llamo escritos. Tratando de pulir hasta el último detalle para transmitir al lector lo que pasa por una mente con resonancias constantes, y conclusiones que bordean un final de relato abierto, quizás, para librar a la imaginación hacia lugares convenientes, deseados o ficticios , vaya uno a saber. Es lo que sale de esa mente que quiere apretar infinidad de teclas para plasmarse en un fragmento de la nube de electrones. Otras civilizaciones los encontrarán, y podrán ponerlos en un tabique de símbolos rupestres de un pasado lejano. O, si la tecnología continúa avanzando para que la nube no se esfume con los huracanes del tiempo, podrán interpretarlos y leerlos al fin. Ningún escrito de la raza humana, por nimio que pueda parecer, debería perderse entre los escombros de la debacle, y yacer en el olvido transformándose en metal precioso, que si no ha sido leído, equivaldrá a carbón , en su estado más precario.
SafeCreative®
Código de registro: 1507284744099
Fecha de registro : 28-jul-2015 21:06 UTC
Fecha de registro : 28-jul-2015 21:06 UTC
sábado, 1 de agosto de 2015
Final de todo.
Llegó a la Función con unos escasos segundos de retraso. La imponente escalinata ya se encuentra sumida en la penumbra. Hombres y mujeres ataviados con paños de organza y seda, se desplazaban en escenario como linces . Su figura blanca , alta y delgada , resaltaba con el contraluz que un cortinado espeso que dejaba pasar por su rendija involuntaria. Sentía los pasos que sostenían el ritmo y la intensidad de aquellos pasos que minutos antes pisaban la acera detrás suyo. Se acercó al palco y tomó asiento junto a los espectadores contiguos. El sonido de los pasos se detuvo. Sintió un alivio y sus pulsaciones parecían disminuir lentamente. Un hombre entraba y se sentaba en la butaca de detrás, la butaca de terciopelo. No sabría concretar su temor. El sujeto era un sombra inamovible. Un gélido sopor enardecía su espalda. Aunque prestaba atención a los contundentes movimientos de hombres y mujeres en la actuación, sentía la mirada de aquel hombre oscuro , que penetraba en su primera vértebra cervical , y se deslizaba hacia el resto de la columna , como un conjunto de hormigas que trabajan para culminar el día. Un escalofrío la gobierna. No escucha nada más a su alrededor. Ve con poca nitidez lo que sucede, una niebla se antepone entre sus ojos y la obra en curso. Un fuerte dolor dorsal la punza, todo se ennegrece, y se apaga repentinamente. No hay nada más.
viernes, 31 de julio de 2015
Amantes en las rocas.
Al tomar un fragmento de un libro , uno puede inspirarse para escribir una historia diferente a la que se presenta en el libro entero. Ha sido una técnica recomendada en un grupo literario informal, que se armaba los jueves en Corrientes y Callao, allá , en lo de Robinson. Y cada uno contaba una historia que se enlazaba con anécdotas de otro, y proseguía la bella con varios títulos interesantes de esos clásicos leídos con ahinco y pasión. Pasada la tarde esperábamos las empanadas de la Continental, y discurríamos en más y más temas varios. Cuando terminaba la reunión y nos despedíamos en medio de la vereda frente al portal del edificio, nos íbamos por sendos caminos, y en particular , yo me sentía más buena. Es provechoso conversar en reunión , en vez de guatsapear en conversaciones estériles , mediadas por signos y abreviaturas que faltan el respeto al vasto contenido de palabras y construcciones de la lengua castellana. Por fortuna no tengo esa porquería, y a mi manera me relaciono con las personas que detestan esa aburrida y anquilosante aplicación. Fin del fragmento del treinta y uno de Julio de 2015.
jueves, 30 de julio de 2015
Un fragmento por noche
Un fragmento que formará parte de una historia propulsado por la creatividad y la imaginación de un escribiente que estalla en fusión con el teclado de una Olivetti gris.
Al tomar un fragmento de un libro , uno puede inspirarse para escribir una historia diferente a la que se presenta en el libro entero. Ha sido una técnica recomendada en un grupo literario informal, que se armaba los jueves en Corrientes y Callao, allá , en lo de Robinson. Y cada uno contaba una historia que se enlazaba con anécdotas de otro, y proseguía la bella con varios títulos interesantes de esos clásicos leídos con ahinco y pasión. Pasada la tarde esperábamos las empanadas de la Continental, y discurríamos en más y más temas varios. Cuando terminaba la reunión y nos despedíamos en medio de la vereda frente al portal del edificio, nos íbamos por sendos caminos, y en particular , yo me sentía más buena. Es provechoso conversar en reunión , en vez de guatsapear en conversaciones estériles , mediadas por signos y abreviaturas que faltan el respeto al vasto contenido de palabras y construcciones de la lengua castellana. A mi manera me relaciono con las personas a la vieja usanza. Fin del fragmento del treinta y uno de Julio de 2015.
Al tomar un fragmento de un libro , uno puede inspirarse para escribir una historia diferente a la que se presenta en el libro entero. Ha sido una técnica recomendada en un grupo literario informal, que se armaba los jueves en Corrientes y Callao, allá , en lo de Robinson. Y cada uno contaba una historia que se enlazaba con anécdotas de otro, y proseguía la bella con varios títulos interesantes de esos clásicos leídos con ahinco y pasión. Pasada la tarde esperábamos las empanadas de la Continental, y discurríamos en más y más temas varios. Cuando terminaba la reunión y nos despedíamos en medio de la vereda frente al portal del edificio, nos íbamos por sendos caminos, y en particular , yo me sentía más buena. Es provechoso conversar en reunión , en vez de guatsapear en conversaciones estériles , mediadas por signos y abreviaturas que faltan el respeto al vasto contenido de palabras y construcciones de la lengua castellana. A mi manera me relaciono con las personas a la vieja usanza. Fin del fragmento del treinta y uno de Julio de 2015.
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